domingo, 12 de agosto de 2012
domingo, 25 de marzo de 2012
Ella rompió su corazón, él su libro favorito. Darle donde más le dolía era su intención y finalmente lo consiguió. ¿Qué hacer de ahora en más sin poder hacer su vida miserable? Imposible, insufrible, indivisible.
Olor a rancio en aquella habitación en la cual alguna vez se sintió ese murmullo de un encuentro desvelado y desenfrenado; ese aroma a transpiración de una misma pasión; ese roce de sexos mojados. Olvido es todo lo que queda. Las palabras que fluyen en una hoja a punto de quebrar, un vocablo de antaño sin actualizar. Mas ya todo es nuevo en su mundo, ¿para qué continuar renovando? Odio, temor, muerte. Significados y significantes que resuenan en la pobre cabeza, en la bella cabellera, en una mente que quiere huír despavorida.
Y te creés especial, pero sos una más. Te creés poderosa con los sentimientos de un simple mortal en tus manos, pero no ves que no vas a terminar siendo más que una leyenda. Nadie es indispensable en la vida, todo es reemplazable. El mundo seguirá girando. Y yo que quiero meter mi cuchara en ese gran tazón de cereal lisérgico. Para probar. Para probarte.
Saborear esa sensación orgásmica y abrazar plenamente mi sentir.
Herir.
No tengo ganas de querer. Quiero mis sábados una vez más. Quiero un feriado de la vida, descansar. Sentirme bien. Y cuando me sienta bien, sentirme mal. Sentir que estoy sintiendo que siento. Nada que me atraiga demasiado.
Un gusano agujerea tu corazón, cual manzana. Pero ese insecto es una persona que destruye tus cosas, tus adentros. Lo volviste a llamar.
Mi emperador clava su espada y yo caigo bajo el hechizo letárgico. Sólo su beso podrá despertarme. Tomar mi medicina y seguir con los brazos abiertos, a la espera de un nirvana violento. Pensás que podés recetar la decencia, te imaginás lo suficientemente sabio como para aconsejar el accionar de los demás, pero nunca te percatás del tuyo. Abrazar lo frío, es tu objetivo máximo. Decir todo lo que el otro quiere escuchar no es tan honesto como parece. Amar es cosa tuya.
Y yo queriendo jugar para el equipo contrario. Me declaro perdedora antes de comenzar, me retiro fiel a mi percepción y desde aquí te digo adiós.
domingo, 18 de marzo de 2012
Para vos, muñeco.
Tenes boca de pete de una hora. Bombala bombala bombala.
Consternada. Bye bye bom.
Cómo estás? Con todos los brillos. Eh!
Morocha. Bombala bombala bombala.
Un orto agradable al ojo. Bye bye bom.
Palmeras cósmicas. Eh!
Margarita furiosa, rabiosa.
BOMBALA, BOMBALA, BOMBALA, BOMBALA, BOMBALÁ.
Buena noche, señores.
sábado, 17 de marzo de 2012
miércoles, 14 de marzo de 2012
martes, 6 de marzo de 2012
lunes, 27 de febrero de 2012
Por tu puta culpa - Escritos
Puede ser que sean tus manos, esas que alguna vez me tocaron, esas que alguna vez me penetraron.
A las que un día les confié mis secretos. Tonta, ilusa, pobre flaca. Cuántas frases gastadas. Cuánto tiempo mal usado. Cuánto llanto sin dueño. Cuánto papel tirado. Cuántos sentimientos abuchados. Cuántas canciones tristes. Cuánta nena acomplejada. Texto sin final.
A las que un día creí mías. Esas que un día ya no me amaron. Y no volvieron.
Ahora me faltan las propias. Qué injusto es que me las hayas quitado. Cómo de a poco dejé de ser ese humano feliz; por tu culpa, por la tuya, y por la tuya también.
Qué lindo ver cómo te revolcás, buscando alguna coincidencia tuya en este blog. Retorcete, hijo de puta.
Sucesos efímeros que creés estrellas principales de este show miserable que es la vida. Me das lástima. Me das asco. Muy memoriosa, muy rencorosa.
Quiero dormir y que se haga de noche.
Juegos de Azar - Escritos
Tengo cosas lindas. Tengo cosas feas. Cosas tengo. Algunas las ofrezco, otras no las vendo. Es cuestión de lógica. De actitud, dicen.
No tengo un piano, Fito, tengo una guitarra rota, pero la música es la reina madre y ya no se hable más.
No toques mis cosas. Guarda que muerdo. Duelo fuerte, ¿existe?
Cuando leo a Cortázar me vuelve el alma al cuerpo o el cuerpo al alma, depende lo que vaya primero. Siempre dudando. Pero el cuerpo se percude. La mente también, supongo. Freudiana hasta la muerte, arriba el inconciente. El corazón tapado, bien tranquilo.
Si hoy te dije que no, mañana te digo que sí; me gustás, ¿entendés? Te quiero confundir. Y así me manejo, y así pierdo. Así sí. Así no. Alicia sos una maravilla.
Tacho y tacho, te tacho a vos, me tacho a mí, tacho el pasado, tacho recuerdos, memorias al tacho. Tacho palabras, tacho frases, remarco mis libros y escribo las páginas. Y en la vida, ¿quién escribe las mías? ¿No estaré tan ocupada borrando que no hago novelas, Érica?
Hay algo que se llama dignidad.
Tengo cosas raras, tengo esa cosa, tengo un beso tuyo dentro de mi boca/hoja. Papel sagrado.
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