jueves, 31 de diciembre de 2009

De repente mis gritos se escucharon hasta la plaza. Alguien me estaba lastimando y reteniendo. No podía moverme. Intenté correr, alejarme, pero se me hizo imposible, todas las puertas estaban cerradas. Cerré los ojos, no podía seguir viendo tanta crueldad; como de a poco se iba llevando una parte de mí hacia otros rincones de la casa. Lo que él hacía era una tortura, no buscaba asesinarme simplemente.
Duró mucho tiempo. Más de lo esperado, más lo de lo deseado.

La angustia invadía cada uno de mis días, hasta llegar al punto de haberme acostumbrado tanto que había momentos en que la disfrutaba. A veces ese extraño ser me hablaba, a veces sólo se paseaba en silencio, creyéndose imperceptible, pero para mí no lo era. Ya no más. El tiempo avanzaba y ese juego me gustaba. Esa especie de secuestro.

No sentía la soledad, vivía en un mundo de fantasía donde realmente se podía ser feliz, donde los problemas no existían y su estrategia era algo agradable. Un lugar ideal para mí; claro está que no para él. A él le gustaba el daño, el peligro, las heridas. Y todo demostraba que iba a llevarlo a cabo sobre mí, como lo había hecho hasta ese instante. Nunca me opuse a eso. Debería haberlo hecho, haberme defendido siquiera, pero no me atreví. Hubiese sido peor, hubiese desatado una tormenta muy grande, en la cual yo no tenía nada para cubrirme.

Y después de un determinado tiempo, decidió marcharse.

-¿Buscarás a alguien más para hacer lo mismo?

Me miró. No dijo nada. Ya sabía que así sería.

El tiempo que vino después pensé en terminar de hacer su trabajo, pero esa no era lo solución. Quería que él y nadie más que él continuara. Me matara. Así que comencé a buscarlos por lugares que nadie imaginaría, en situaciones extrañas, sin éxito alguno.

Entonces, desistí, lo dejé ir. Llegué a casa y de una vez por todas, le di el trágico final a su tarea. Ese desenlace que todos esperaban.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Besame. Quiero un beso. Sí, te obligo. Pero no es sólo un capricho, es un deseo. O quizás sea una necesidad.

No quiero que lo hagas una sola vez, lo quiero de mil formas; y ahora te lo voy a describir:

Quiero un beso largo y cansino. Otro apasionado, fuerte y con mordiscos. Uno de a pedacitos con labios chiquititos. Pero además me gustaría otro que hablara por sí mismo. Quiero un beso rojo y otro multicolor. Quiero un beso amarillo acompañado de uno lleno de ilusión. También quisiera que me beses como Dios manda. Nunca te atrevas a hacerlo con lástima. Quiero un beso que duela. Otro de frutilla con sandía. Animate, tirame uno volador y con ruido, estoy segura que de tus labios sale el más hermoso sonido. Quiero uno con recuerdos infinitos, un ejemplar para guardarlo bajo llave en un cofre y no volver a abrirlo. Dame uno con miedo y ojos tristes, como pidiéndome a gritos que siempre me mantenga a tu lado. Besame con timidez, pero avanzá con ese mismo hasta llegar a la degeneración. Quiero uno con lluvia y otro con sol. Quiero un beso de película y otro en el cine. Otro en el parque, con amigos y guitarra de fondo. También uno que me toque el alma y se convierta en cuento. Podés darme otro que te diga lo que siento.

Quiero muchos otros, pero a los últimos los tenés que descubrir. Investigá bien, observá mis movimientos, no siempre digo lo que quiero y nunca me arrepiento. Dame uno lleno de dibujos, papel y tiza. Sería bueno que me lleves hasta la cornisa.

Quiero un beso. Ya. Tuyo. Nada más que de tu boca. En este momento no necesito de otra.

¿Cuánto más me vas a hacer esperar?

Antes de marcharte y yo marchitarme, quiero que me des el último. Uno que me llene de momentos y me vuele la cabeza. Confundime y asesiname. No pido más que ver un poco de sangre.

Supongo que debería desear felices fiestas o hablar de Navidad, o cosas así. Pero no, no lo voy a hacer, simplemente porque no tengo ganas.
Mañana, o en unas horas, me voy de vacaciones y la verdad que no me interesa nada. Solamente me quiero ir, desaparecer, calmar y limpiar mi cabeza. A fondo.
En fin, ahora voy a hacer otra entrada con algo que escribí el otro día que me desperté 4:30 a.m. y no me podía dormir. Ideas locas que están revoloteando y de repente se instalan en mi pequeña y aturdida cabecita. No sé si está bueno, no me importa tampoco. Disfrútenlo y extrañen a su confiable amiga Solci. Volveré a escribir un poco más animada, ¿volveré?



PosData: Llueve, señoritas y señoritos.

martes, 22 de diciembre de 2009







-LAS
NOCHES DE LLUVIA ME DAN GANAS DE ENAMORARME-








viernes, 18 de diciembre de 2009

Y entonces cito a mi tía (un poco borracha yo, un poco más ella):


"Yo te digo: la vida no es fácil"

martes, 15 de diciembre de 2009

domingo, 13 de diciembre de 2009

Estoy cansada. Muy cansada. No sé qué quiero. No sé qué necesito. Solamente sé que estoy harta y que me siento muy presionada. Tengo un nudo en la garganta, y uno bien grande, que no me deja hablar.
Que tenés que estudiar, que tenés que limpiar, que no nos podemos ver, que mañana rendís, levantate, que no te podés olvidar de las cosas, que te tenés que sacar un 100, que comé, que sos chiquita, que sos una inútil, que nunca hacés nada. Y sí, siento que mi vida es una mierda y que no valgo para nadie.
DEJENME DE ROMPER LAS PELOTAS. Todos los años me pasa lo mismo, cuando llega la hora de rendir Inglés me pongo así. Mal. Melancólica. Ahogada.
Pero va a haber un día que Solci va a explotar y va a mandar todo al carajo. Y lo del suicidio, y lo de la sobredosis de pastillas, y lo de empezar a hacerse daño a sí misma ya no va a ser una joda; lo va a llevar a cabo. Y eso sí que va a ser un caos, el mismísimo infierno.
Y esto hasta el jueves no se me pasa, pero lo voy a escondar y todo va a ser como todos los días. Como siempre hago.


HEY, GO TO HELL !

jueves, 10 de diciembre de 2009

domingo, 6 de diciembre de 2009

Atrás de mi cabeza hay una puerta que te permite ingresar en ella. Si querés podés entrar, aunque no te lo recomiendo. Te va a hacer mal. Te va a dejar perturbado.
Adentro hay muchas cosas, vení asomate. Hay colores, duendes, príncipes azules y chanchos que vuelan. Hay brujas, unicornios, flores gigantes y pantuflas que hablan. Más allá de eso y sobre todas las cosas, hay problemas y secretos. No me gustan las mentiras, pero a veces no puedo evitar esconder cosas. Hay ciertas ideas que me hacen bien, pero la mayoría me lastiman y me bloquean, y hasta a veces me enojan.
Vení a ver que tengo una mente muy abierta y que hay personas que intentan cerrarla y no pueden. Hay pequeños seres que me dicen lo que está mal y a mí me agrada tomarles el pelo, irme corriendo y hacer exactamente lo contrario.
Pero dale, no seas arisco, fijate que los delirios andan sueltos porque los oficiales no los pudieron apresar y que la locura se mueve sigilosamente por los pasillos más oscuros. ¿La atrapo o no? Mejor no, a veces me ayuda. A pesar de que en otras ocasiones no la puedo controlar.
Y bueno, ¿todavía no te diste cuenta de lo que pasa? Mi cabeza está llena, claro, pero mi corazón y mi cuerpo vacíos. No sé para dónde disparar ni qué hacer y menos qué decir. Por eso me callo, por eso huyo. La sensación es horrible; es como si no hubiese nada ni nadie en el mundo para mí, como si todo hubiese sido inventado para los demás.
Por eso, cuando tomes el camino de vuelta para mi cabeza, seguí las baldosas que se iluminan y sambullite en el lago de mi imaginación que se está rebalsando.
Cuidala bien, no la golpees más. Es mi tesoro más grande.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

-Si mi celular sigue sin sonar o suena solamente para que me pidan carpetas, lo voy a revolear.

-Si mis días siguen tan vacíos y aburridos como hasta ahora, voy a empezar a buscar pastillas de cianuro en el mercado negro de Internet.

-Si yo sigo acá encerrada mirando el placard, me voy a terminar de volver loca.

-Si me seguís jodiendo así, te voy a mandar a la mierda. No me obligues a que dejemos de ser amigos.

-Si el msn sigue andando mal, me voy a encargar de buscar la empresa y quemarla.

-Si sigo así de agresiva, a mí me van a mandar al carajo.

-Si sigo sin un chico o una chica con quien salir y tener una relación amorosa (sin sufrimientos), el año que viene me meto a un convento.




FUCKING MUNDO

lunes, 30 de noviembre de 2009

Vuelo. Vuelo en el viento. Vuelo en el tiempo. Entonces me despierto y me doy vuelta para mirarte. Te observo; me doy cuenta de que ya no estás acá, que tu alma se fue hacia ciertos rincones oscuros que la mía no quiere recorrer. Tal vez por miedo, tal vez porque no quiere seguir tus juegos como siempre lo hace. No, yo no me quiero meter ahí por el simple hecho de que eso está mal. Puede ser que vos también lo estés, pero hace tiempo que no hablamos de verdad. ¿Hablamos de verdad alguna vez? ¿Las personas realmente hablan o sólo se mienten? Nunca me detuve a pensarlo demasiado, a lo mejor éste sea un buen momento. Éste es mi momento, lo sé. Se siente bien y a la vez se siente mal. Es como una alegría dolorosa, o un dolor alegre; me cuesta identificarlo.

Entonces abrís los ojos asustado, como notando mi hostil mirada sobre tu cuerpo. Automáticamente cierro los míos. Puedo sentir cómo me observás; tu lástima lastima. Intentás saber cómo estoy, pero no te animás a preguntar. Ambos sabemos que ya te diste cuenta de que estoy despierta, nunca fui buena disimulando. Entonces ¿de qué sirve seguir fingiendo? Dejo que mis ojos se vayan abriendo de a poco. Todo se congela ese instante en que los dos nos miramos; como si todo lo demás no existiera, como si pudiésemos borrar lo que pasó y lo que logró colocarnos en estos lugares que hoy ocupamos. Pero no queremos hacerlo. No queremos modificar nuestros pensamientos y menos queremos pensar en lo que de ahora en más ocurrirá. No nos importa ni el presente ni el futuro, ya hace bastante que nos quedamos en el pasado.

La aguja del reloj se sigue moviendo y yo sigo esperando a que me rescates. Pero una parte de mí sabe que no lo vas a hacer nunca, y la otra no lo quiere aceptar. Por eso me levanto sin decirte nada y aparto mi vista de la tuya. Se me hace difícil seguir sosteniéndola. Al regresar, noto que estás dado vuelta y que ya no necesitás de mí. Supongo que hace rato alcanzaste esa independencia que yo no puedo encontrar en ninguna tienda. ¿Dónde se compra? ¿Y el olvido, dónde lo consigo?

Nunca más volviste a llamar.




Solci.

domingo, 29 de noviembre de 2009





-DE VEZ EN CUANDO ESTÁ BUENO CAMBIAR COSAS-

martes, 24 de noviembre de 2009

Sí, la próxima entrada va a ser mejor, en serio.

Estoy a un paso de ir al psicólogo. Lo conseguí; saqué un turno.
Hoy tuve que ir a una cita de admisión (dícese de previo análisis a la terapia que sirve para saber qué médico conviene) y fue realmente agradable. Me gustó, no sólo el trato sino la manera en que trabajaba esa doctora. Me preguntó lo que me pasaba y por qué quería empezar a psicoanalizarme, y me dejó que le contara todo sin interrupciones, me hizo un par de preguntas, mientras ella anotaba y me decía cosas como "muy bien", "perfecto", insentivándome a que siguiera, y además creando cierta complicidad entre las dos. De verdad se siente bien hablar con alguien que no te conoce ni vos a esa persona. Hasta lloré en frente de alguien, algo casi imposible. A pesar de que me sentí como una tonta, no lo pude evitar, las lágrimas se me caían solas; me vinieron muchos recuerdos a la mente, como si fuesen fotos de momentos lindos que ya no están, y dudo mucho que vuelvan, y me bloqueé.
Así que bueno, esperemos que mi primer sesión sea tan productiva como esto.

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Y DEL OTRO LADO DE LA CIUDAD (?

El domingo estuve todo el día mirando Crónica (patético, lo sé) porque estaban pasando la vida de Sandro y llegué a la conclusión de que ESE SÍ QUE ERA UN HOMBRE.
Respetaba a todas las mujeres, no salía a hablar de su vida privada y menos de la de alguien más, amaba bien y encima las canciones más lindas tiene.
¿Machos? Machos eran los de antes, viejo.

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Para terminar...

Tengo que decir algo importante, perooooooooooooooooooooooooooooooooooo no puedo. Quiero y no puedo, y no sé cómo hacer para que mi alrededor no cambie cuando explote. That's a problem, darling. Algún día se sabrá.




-Au Revoir-

martes, 17 de noviembre de 2009


Gracias por destruirme así.


Directamente no siento el corazón.

domingo, 1 de noviembre de 2009

A ver si nos vamos aclarando.





Vida, vos no me caés bien y yo a vos tampoco. Pero te pido que me des una manito pequeñita.

martes, 27 de octubre de 2009

Me duele el pecho, el corazón, todo.




Me duele.

domingo, 18 de octubre de 2009

jueves, 8 de octubre de 2009

Va a estar todo bien.

Va a estar todo bien.

¿Va a estar todo bien?

Sí, va a estar, porque las cosas están mucho mejores.
El sábado me voy de viaje, lejos, a pasar un rato con el mar y la arena. Con mis libros y conmigo. Con mi lápiz y mi cuadernillo. Con papá también. Esto va a ser lindo. O por lo menos eso es lo que espero. Necesito un poco de paz, dejar descansar mi cabeza. Las cosas se están poniendo bien de a poquito, todo se vuelve a acomodar y yo estoy comenzando a dejar atrás ese aire melancólico de hace unas semanas. Ojala pueda cortarlo de una buena vez.
Digo lo que pienso, hago lo que quiero, me estoy dejando ver de a poco. Creo que es bastante positivo. Estoy buscando distracciones, cosas para hacer. Tal vez me anote en un curso de dibujo cerca de mi escuela. Terminé un libro hermoso, "Memoria de mis putas tristes", y eso es algo que me llena de una felicidad grandísima. Cerrar un libro, para mí, es todo un cambio; tener que pasar a otro, tal vez de otro género, con personajes distintos con caracterísiticas muy variadas, me hace sentir plena. Cuando finalizás de leer algo, siempre te queda alguna cosa que marcó la lectura y la cabeza te hace como un click. Lo puedo llegar a describir como pasar a otra etapa, a una cosa diferente. Me divierte cambiar las cosas.
Y mañana voy a ver a alguien que extraño y quiero mucho. Espero que no me cancele a último momento. Sí, voy a estar bien. Vamos a estar bien.
A pesar de que todas estas cosas parezcan insignificantes, a mí me ayudan muchísimo. Estoy saliendo, gracias a estas pequeñas cosas de la vida, de algo bastante profundo. De una depresión y un vacío interno que me estaban agobiando y en estos momentos puedo decir, esa partecita del corazón se está completando.
Espero volver a ser esa chica alegre que veía del otro lado del espejo hace un año. Espero poder sanar algunas heridas que no pude cicatrizar en mucho tiempo. Y espero, por sobre todas las cosas, poder armar el rompecabezas que es mi alma.

Para terminar: Y aunque algunas cosas sigan mal, tengo que verlas desde otro ángulo y pensar que se van a arreglar, o directamente no pensarlas.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Tengo 17, no tengo 17. Tengo 17, no quiero tener 17. Tengo 17, basta de crecer, paremos acá. Tengo 17, melancolía. Tengo 17, y tengo más complejos que el número de mi edad.

Crisis Cumpleañera,



-FUCK.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Mis horas de Filosofía 2

La profe está explicando ética y moral, y de repente dice: "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy".
Pienso y apunto algunas cosas al mismo tiempo que ella continúa hablando y nos cuenta lo que esa frase significa: Uno no se da cuenta que es finito, y que en un momento existe y al instante puede desaperecer. La gente cree que dispone de todo el tiempo, y eso la lleva a posponer todo en su vida, pero en un momento ese tiempo se agota y es ahí cuando se arrepienten de algunas actitudes. Y concluye con su tan famoso, "Y patatín, patatán".
Eso se me quedó tan grabado.
Las cosas hay que hacerlas o decirlas cuando es el momento, después no se puede, ya que tal vez sea demasiado tarde. A veces no basta con pedir perdón o con volver de la nada y hacer eso de lo que antes no se fue capaz.
"La suerte es como el Tour de Francia. La esperas mucho, y luego pasa rápido. Así que cuando llega el momento hay que saltar la barrera sin dudar." (Amélie)

Y yo ya aprendí eso.