Y sí, soy de esas que todavía esperan a su príncipe azul. Ese que un día va a tocarme la puerta y va a tener su corsel blanco a sus espaldas. Y entonces me va a confesar todo su amor. Con calzas. Bueno, sino no.
No sé si existen. Yo creo que en cierta forma sí. Todavía lo sigo buscando. No es perfecto, no para nada. Tiene que tener sus defectos, es lo que también hace a la persona. Con que me quiera exclusivamente a mí y me tenga en cuenta, yo creo que está bien. Pienso que ese sería mi salvador, mi príncipe de los cuentos, mi galán de cine.
Sí, lo sé, en cierta forma soy tonta. Alguna parte de mí sabe que seguramente no lo voy a encontrar. Y muchas amigas me dicen que voy a tener que esperar sentada. Eso haré, por el momento no tengo más que hacer.
¿Miraré demasiadas películas con finales felices?¿Leeré muchas historias de amor? ¿Escucharé muchas canciones que hablan de hombres buenos, algo que no se sabe si en realidad existe? ¿Soñaré demasiado? Quién sabe. Ilusiones me hice siempre, y aunque me lastime, es algo inevitable.
Bien, por el momento sólo pienso ir probando, tal vez lo encuentre. Y cuando lo haga, se los digo.