Textos viejos, encontrados en mi cuadernillo más gastado, enamorada de un pelotudo:
"Hoy leyendo me acordé de vos (siempre lo hago). De nosotros. Los recuerdos vinieron a mi mente como fotografías. Ellos me lastimaron, me hicieron daño de todo tipo. Me largué a llorar. Supongo que te extraño. Creo que no puedo terminar con esto; vos me superaste y yo no puedo hacerlo. Simplemente no lo consigo y eso me da bronca. Contame tu secreto, quiero seguir compartiendo cosas con vos. De vez en cuando lo hacemos en este último tiempo. Ambos nos odiamos, fijate. Vos tendrás tus razones, yo tengo miles de traumas, dudas y certezas no tan buenas.
A veces me pregunto si no te enojará la idea de imaginarme con alguien más, pero después caigo que ya habrás conocido a otras personas y es mejor que me plantee cuestiones más simples y menos dolorosas.
¿Qué es lo que tenés? Sos como una adicción. Sos un tipo de droga mala para el corazón que no puedo dejar de consumir. La distancia no me importa, el tiempo no me ayuda y no verte tanto como antes me está matando. Volvé un ratito.
Me acordaba de las cosas que me decías, de que antes sí me querías, ahora no sé. De vez en cuando se te da por decírmelo. ¿Debería creerte o mandar a dormir sin postre a mis sentimientos? Todas las noches lo hago; se portan muy mal conmigo. Y mi alma, me la están rompiendo de a poquito.
Y aunque por momentos creo que la tormenta ya pasó, siempre aparecés y llenás mi cielo de nubes.
Amo la lluvia, pero no la que viene con vos."
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