martes, 7 de abril de 2009

Tal vez les pasó algo de esto...


Hoy Alma no está bien. No es sólo el hecho de haberse mudado, y tener que comenzar una nueva vida, sino que recordando su pasado, se dio cuenta de que no había sido del todo feliz.

Hoy Alma se siente llena de un aire nuevo y puro, pero tiene un vacío en su corazón.

Hoy tiene ganas de correr a un mundo lejano y desconocido, y alejarse de todo para siempre.

No tiene muchos años, pero nunca se rebela la edad de una dama.

Desde que nació, algún tiempo atrás tuvo que vivir momentos crueles. Su madre murió en el parto y ella tuvo que vivir sin una figura materna. En realidad si tuvo muchas madrastras, pero ninguna de ellas la apreció como lo hubiera hecho una mamá de verdad.

A medida que pasaban los años, Alma iba creciendo sin ningún tipo de problemas en su familia, pero sí tenía problemas consigo misma. Nadie es perfecto, pensaba ella, pero por qué me tocó ser así. Se lo preguntaba todos los días. Nunca le había importado demasiado tener algunos kilos de más, pero llegados los 12 años, cuando una chica quiere gustar, esta situación se convirtió en un hecho muy traumatizante. Además su tía trataba de ayudarla, pero ella pensaba que aquella miserable mujer se lo quería seguir mostrando, cuando el espejo ya le devolvía la imagen de su triste realidad.

De niña, nunca tuvo novio ni cosas por el estilo, tal vez fue la poca suerte que tuvo en su vida, o tal vez fue su personalidad demasiado retraída. Pero lo que si es cierto, es que nunca tuvo mucha suerte en este juego que se llama amor. En su preadolescencia la cosa se tornaba peor y más desgarradora, sobre todo porque en esta edad es cuando empiezan a aflorar esos sentimientos tan dulces y a la vez tan dolorosos y esa necesidad de sentirse querida y linda. Creía en que todo estaba mal, que ya no más, ya no daba abasto con tantas cosas.

Dentro del colegio, lo normal, era bastante inteligente, tenía amigas y algún que otro amigo, sus enemigos y siempre estaba él. Aquel chico por la que todas se morían. Aquel chico que no sólo se creía importante, sino que lo daba por hecho, al que todas siempre le hacían favores y al que nunca pudo hablarle tranquila. Si se acercaba comenzaba a temblar, si le hablaba sólo reía roja y si no le prestaba atención, moría de tristeza.

Siempre tuvo a su lado a su amiga y hermana Rebeca. Se habían conocido de niñas y nunca más se separaron. Rebeca estuvo en todo momento, sin ella nada hubiera sido lo mismo, era su otra mitad, su apoyo incondicional, aquella que la hacía reír hasta en los peores momentos.

Ahora bien, de adolescente las cosas cambiaron, un poco. Ella sí siguió sintiéndose fea, aunque los demás no lo creyeran así. Pudo poner fin a su frustración llamada cuerpo, no del todo, pero por lo menos exteriormente lo logró. Las cosas en el colegio siguieran igual, quitando la parte de sus enemigos y del niño perfecto. Mientras que Rebeca seguía a su lado, siempre acompañándola en sus cambios.

En todos estos largos años vivió una gran cantidad de decepciones. Al igual que en todos lados, encontró gente buena, gente mala, gente falsa y mentirosa, de todo tipo. Tal vez sufrió más de lo normal. Y más que nada en el amor. Que iba y venía, que sí y que no, y después un quizás. Era como un largo cuento que se iba escribiendo en un libro gigante, repleto de páginas en blanco, donde se escribía su vida y los hombres, donde nunca se sabía lo que iba a pasar y siempre se encontraba una muchacha como en un precipicio, a punto de caer, dependiendo del destino.

Ahora que hemos tocado el tema… Hombres, ese mal tan necesario, piensa ella.

Cada vez que Alma pensaba “Sí, este es, este es distinto y va a pasar algo bueno”, todo se derrumbaba, llevándose una pequeña parte de su corazón en la caída, su frágil y débil corazón, que a medida que pasaba el tiempo, y la soledad, y las depresiones, se iba enfermando más y más. Solamente ella sabe lo que siente y su estado, porque nunca le gustó contar sus cosas, siempre fue más bien reservada. Sólo Rebeca sabe todas sus verdades.

Pues bien, hablemos del primer “hombre”, por así decirlo, en su vida. Nada fuera de lo normal, un par de palabritas tiernas, una pequeña pero latente ilusión, un encuentro, un beso, tomadas de mano, pero sin palabras. En conclusión, aburrido y poco sincero. Claro que cuando pudo darle fin a la relación, lo hizo. Ah no, no era segundo plato de ninguna mesa. Nadie le iba a ser jugar el papel de tonta.

Luego aparece otro, quien le roba el corazón, para pisotearlo como si no fuera nada. Como si no valiera la pena, como si el silencio solucionara algo, como si ignorarla calmara el dolor que sintió en ese momento. Convengamos que no estaba enamorada, pero sentía algo fuerte, así que salir de esta no sería nada fácil. Pero después de un largo tiempo, un poco de esfuerzo y varias idas al kiosco y al videoclub, lo logró.

Al poco tiempo, conoce a un chico muy agradable, muy buen amigo. Con eso lo digo todo, AMIGO. Sólo amigo, pero ese era el problema. Aquel chico no quería entender que nada sucedía ni iba a suceder. Pero claro que ella no es una chica fuerte y se arrepiente de la mayoría de las cosas que hace. Así que una vez más, va a crear una herida en su corazón, y forzosamente va a dar un sí. Un sí que la dejó muy perturbada, creo que ni ella sabe por qué, pero la destrozó. Y esta vez sí que va a pasar un buen tiempo hasta volver al “ring”, como para llamarlo de alguna forma.

Bien, en esta ocasión, le pasa algo nuevo, extraño por así decirlo. Conoce a alguien por internet. Interesante, ¿eh? No para ella. Intentó no involucrarse demasiado pero las cosas ocurrieron, y digamos que esto estuvo muy cerca al amor, casi que lo tocó con la punta de los dedos. Pero como siempre, las mentiras se metieron en el medio, y por suerte se dio cuenta a tiempo de que aquel perfecto chico, tenía a alguien más. Por cierto, muy bien escondida. Aunque se transformó en un gran amigo, nada volvió a ser lo que era, y Alma logró bajarse de la nube y ponerse a pensar que Internet y el Chat eran demasiado superficiales para su persona y también se dio cuenta de que el amor se va desgastando: silencios, discusiones, mentiras, indirectas, todo le va sacando un poco de color a este gran pantalón negro.

Mucho amigo de por medio, se encuentra con alguien muy distinto, diríamos la mejor relación que tuvo. Duró dos años, hasta que…sí, siempre va a haber un “hasta que”, hasta que un llamado tiró un gran balde de pintura blanca a su pared azul. Me gustaría dejarlos con la intriga, que imaginen quién pudo haber llamado, ¿su incondicional amiga que en realidad estaba enamorada de él de toda la vida? ¿Su noviecita de jardín, con quien se daba besitos debajo de la mesa que despertó y dijo “no, en realidad, no le he olvidado”? ¿Su mamá que era un tanto psicópata y lo quería soltero para siempre? No, nada de eso. Era nada más y nada menos, que su ex novia. Tan típico. Como supondrán volvieron, por los viejos tiempos, por los recuerdos que no habían podido borrar, bla bla bla. Y claro, ellos se acordaron de todo eso, pero ¿quién se acordó de la pobre Alma? ¿Qué pasaba con lo que ella sentía y lo que habían construido? En ese momento se sintió como el chanchito que tenía la casita de paja, la cual el lobo destruyó de un soplido. Y en ese fuerte viento también arrancó su corazón, sin anestesia previa.

Hasta acá muy triste, ¿verdad? Entonces esperen a leer lo que sigue…



Lo escribí yo, aunque dudo que alguien lo vaya a leer, así que Sr. Nadie espero que te guste :)

2 comentarios:

Alan dijo...

Bueno... Tengo que decir que me siento muy halagado, te agradezco mucho, jaja :)
Sinceramente me gustó mucho, lo que pasa es que tengo la duda de que si plasmaste parte de tu vida o es pura ficción, creo que ninguna de las dos estaría mal, es obvio que uno tiene un blog para derramar todo lo que siente en textos, si te encontré así te debe ser tan inevitable hacerlo como a mí (o eso creo, puedo equivocarme?).
Me encantó la metáfora final del lobo, a veces las cosas se van (o nos las sacan) como si nada, y ciertamente cuando se va algo tan grande, tan importante, es un cambio muy drástico, no estoy hablando de depender de otro, pero bueno... me gustaría que los cambies sean un poco más diferentes, o que duelan menos!
Siguiendo con esto... No sé qué tenés, pero me adivinarás todos los nombres que me encantan? Por las dudas te los digo así no pensás que invento! Sol, Luna, Alma, Violeta, Julieta, Emily (cuando se me ocurran más te los voy a decir, jaja).
Cuando te leía, más que nada la parte donde entra la internet... Se me ocurrió algo, sí. Me parece que muchas veces el MSN arruina las cosas, las aburre? No sé... Pero creo que cambiar esta rutina me gustaría mucho más y me sentiría más diferente al resto. Es decir, me gustaría seguir hablando con vos, o hablar con vos, pero mediante esto... Creo que es mucho más expresivo, mucho más lindo, mucho más natural! (Yo creo que sí, antes que el MSN la verdad que sí, obviamente que me encanta hablar cara a cara). Qué te parece? Hasta se me ocurrió hacer un blog nuevo(Qué ideas que tiene mi cabeza, por dios! jaja) para que podamos comunicarnos y no caer en la mentira del msn, porque me parecés interesante, y aunque haya leido la entrada que leí ayer de vos, siento que por unas preguntas contestadas no te voy a conocer del todo.
Bueno, no te aburro más, nos mantenemos en contacto por acá si tenés ganas! Me alegro mucho que te haya gustado todo lo que escribí! (Si, mil gracias por revisar todo el blog, no es tarea fácil).
Cuidate, besos!

PD: Qué no todo en la vida sea desgracia :)

mutantt dijo...

Bueno,he estado chusmeando el blog,y en calidad de mrs.nadie(?) he leido tu texto,creo que más de uno,y me incluyo,se sentirá identificado.
te mando un beso grande ! :)