Siempre pensé que con el tiempo la gente llegaba a un conocimiento profundo de sí mismo. Sin embargo, puedo decir que yo aprendí muy pocas cosas de mí.

Sé que me gusta cocinar, comprar ropa de segunda mano y el café con leche en taza grande. Sé que en el juego no tengo suerte y en el amor…

-No, disculpame, no es lo mismo. Linda y bonita no es lo mismo. Es como querer y amar, por ejemplo. ¿A vos te parece que querer y amar es lo mismo? ¿Vos me querés o me amas a mí?

-Nos conocemos de hace dos semanas.

-Por eso. Yo creo que hay cosas que hay que aclarar de entrada para saber de qué estamos hablando.

-Vos, ¿me querés o me amas?

-¿Qué? Yo te adoro tontita. ¿Y vos?

-Me parece que tengo que ir al baño.

Podrán pensar que no hay tipo que me venga bien, pero cualquiera que se enamore de mí me resulta sospechoso.

-¿Podemos hablar?

-¿Qué pasa?

-Eso me gustaría saber. Qué pasa.

-¿Con qué?

-Con nosotros. ¿Qué somos? ¿Amantes, amigos, novios?

-Amigos íntimos.

-Mm..., ya vengo.

A veces pienso que las parejas son como las comidas. Todo depende de la combinación de los ingredientes.

-¿Qué vamos a hacer?

Algunas veces funciona, y otras…

-Naveguemos amor mío. Yo voy en la popa…

Con mi último ex éramos como el vinagre y la crema. Una unión imposible. O el chico del delivery. Con él éramos como la sandía y el vino. Dos delicias… por separado.

Ahora cuando cocino me acuerdo de alguno de mis ex.

Parece mentira, pero después de tantos sabores todavía sigo buscando esa combinación perfecta.

-Motivos para NO enamorarse-