domingo, 26 de abril de 2009

“Siempre hay algo más que a simple vista no se ve…”

-Sebas, tengo que decirte algo… - Mariela por fin se había decidido.

-Yo también Maru – dijo él con una voz alegre.


El corazón de Mariela se había llenado de expectativas. Sus ojos brillaban como nunca y la respiración se le entrecortaba. Con una voz temblorosa respondió:


-Bueno, empezá vos.

-No no, vos me dijiste primero.

-Dale pelotudo, contame vos – se escuchó su voz ya sin paciencia.

-Bueno, estoy enamorado.


Sí, por fin, se me dio.


-¿Y quién es la afortunada?


VOS, VOS, VOS, VOS, VOS, VOS. Cruzaba los dedos.


-Caro. ¿No te diste cuenta?

-Ah.


Silencio.


-Maru, ¿estás ahí?

-¿Eh? Sí, perdón me re colgué –las lágrimas ya habían comenzado a caer -. Pero, ¿estás seguro que estás enamorado? Capaz que después se te pasa.

-No, estoy más que seguro. Te juro que la adoro.

-¿Pero cómo te diste cuenta? ¿Y así de un día para otro?

-Es que estuve pensando mucho y me di cuenta. Nada más así. Me trata bien, es hermosa y yo creo que puede pasar algo.

-Pero, Sebas, hay un montón de chicas que son hermosas y te tratan bien. Como yo por ejemplo.

-Jajajaja, pero vos sos mi amiga.


Sin duda, eso había sido lo peor que Sebastián podría haber dicho. “Pero vos sos mi amiga”, eso sí que dolía. O por lo menos para una persona que había estado callando su amor hacía ya 6 años, sí lo era.


-Jaja, siiiii. Bueno... ya me tengo que ir. Después hablamos, ¿dale?

-Uuuh, bueno, dale. Un besito. Si la ves, decile que necesito hablar con ella.

-Bueno (sí, claro). Nos vemos, ¿no?

-Sí, mañana paso por tu casa.

-Listo. Chau.


Sin poder creerlo, Mariela cortó el teléfono. Había vuelto a pasar. Una noche más se quedaba en su casa comiendo lo que encontrara, mirando películas hasta que se hiciera de día, llorando desesperadamente y SOLA. Pero por sobre todas las cosas, preguntándose: ¿por qué no me animo a decirle? Pero finalmente, se convencía de que era una idea absurda. Al fin y al cabo, él nunca la iba a ver más que como a una amiga. Además si le decía estaba arriesgando muchas cosas y lo último que ella quería era perderlo.


Su mejor amiga Érica siempre la alentaba para que le confesara sus sentimientos. Ese sábado a la tarde la llamó:


-Dale, Mariela, hace 6 años que estás con esto, ¿qué vas a esperar a que se case? ¿O no se lo pensás decir nunca en tu vida?, porque el tiempo vuela nena.

-Pero Eri entendeme, no puedo, no me sale. A parte mira si me rechaza, y después no quiere ser más mi amigo. Definitivamente no puedo.

-AAAAAH, te voy a matar. Mira Maru, el que no arriesga, no gana, así que yo diría que te vayas apurando antes de que se ponga a salir con esa tal Caro.

-Pero Caro es mi amiga y a él supuestamente le encanta.

-Ai cómo si no conocieras a Sebastián. Le encantan todas hasta que después ya no le encantan más.

-¿Y si hace eso conmigo y después quedo peor?

-Pero con vos es diferente, hay confianza, se quieren en serio, siempre se abrazan, y sabes que él es para nada demostrativo, y vos para él no sos una minita más.

-No sé. Lo voy a pensar. Mejor después hablamos, ¿querés?

-Dale, un beso, cuidate.


Le fue imposible dormir, se quedó toda la noche despierta pensando qué podía hacer y cómo se lo iba a decir, si es que lo hacía. ¿Y si no sentía para nada lo mismo? ¿Si después ya no le hablaba? Aunque por otra parte, Érica tenía razón. Pero también estaba Caro que era su amiga. Aunque si mal no lo recordaba, en la secundaria la había visto besándose con su novio. En fin, no tenía la menor idea de cómo resolver este asunto.


Horas más tarde, ni siquiera ella sabía si era por venganza, por esa frase de su amiga o porque estaba harta, se había levantado totalmente decidida a decirle todo lo que sentía y en la cara.


Se puso a practicar en el espejo.


-Sebas… mira, el otro día te iba a decir que me pasan cosas re fuertes con vos, hace bastante tiempo ya. ¿Qué cuanto? Y la verdad que hace más o menos seis años. Te quiero más que a un amigo. Yo sé que es algo que no se escucha todos los días, por eso quiero que te tomes tu tiempo, para que lo pienses y después me des una respuesta. Sea cual sea, no va a cambiar en nada nuestra relación, bah por lo menos de mi parte no. ¿Que vos sentís lo mismo? ¿Que me queres besar? Bueno, basta, Mariela, dejá de soñar.


Dos horas más tarde, suena el portero eléctrico.


-Sí, ¿quién es?

-Sebastián. Dale que hace frío y llueve.


Que lindo día, pensaba mientras bajaba. Abrió la puerta, lo saludó con un abrazo, como siempre y subieron al departamento.


Mate que va, bizcochito que viene, en un momento ambos se quedaron en silencio. Entonces, ella aprovechó para hacer realidad el gran momento.


-Sebas…

-Si, ¿qué pasa?

-Emmm…

-¿Si?…

-No sé como te vayas a tomar esto, pero me pasan cosas con vos. No, no digas nada, dejame terminar. Hace ya bastante tiempo. Pero ahora quiero que vos te tomes el tiempo necesario para que pienses lo que te acabo de decir y cómo va a seguir esto. Por mi parte, cualquier respuesta que me des no va a cambiar en nada nuestra amistad.


Sebastián que estaba en total estado de shock sólo pudo decir:


-Abrime, por favor.


Bajaron sin decir una palabra y ni siquiera se despidieron.


Durante toda la semana, no hubo señales de vida de su amigo. Mariela estaba como en otra galaxia. Pero en un planeta donde sólo habitaba la tristeza. Tratando de sacarse de la cabeza esa imagen de la cara de Sebastián diciéndole abrime, por favor, como quien no sabe nadar y acaba de caer al agua.


Sin esperanzas, una vez más, Mariela revisó su casilla de mensajes, pero con la sorpresa de que hoy encontró uno. Y de Sebastián. Y una sonrisa se dibujó en su boca.


¿Quieren saber qué dijo?






Sí, se los voy a decir, tranquilos.



-Che Maru, ¿cuándo salimos?






Y para lo que sigue,



IMAGINACIÓN.

2 comentarios:

Alan dijo...

Wowwwww, ésta entrada si que me encantó, de las grandes entradas de este blog, jaja, cuando ví el "sí, se los voy a contar" ya no podía más, invité a toda la familia a leer la historia (?!?!?!).
Le comento que me ausenté hasta el viernes, y estuve poco tiempo acá para poder incrustarme más al blog, pero bueno, no te fallé y leí todas tus entradas desde que me fui aquel día soleado por las calles de Buenos Aires (?).
Desde tu charla con vos misma... Es tan jodido, nunca te lo preguntaste? Porque vos querés a alguien que se obsesione con vos, que te pueda querer como sos (quién no lo quiere? Obviamente me incluyo) pero la cosa es, qué tal si esa persona no va con vos a la escuela o todavía no la conociste o si vive a 10km de donde vivís o a 15km o a 200km?.
Quedate tranquila, alguien te va a querer, ese no es el problema, el problema es aceptar cualquier situación, y si vos te imaginabas a un flaco que no fumara y resulta ser adicto al cigarrillo, qué vas a hacer? Cuesta estar abierto a las posiblidades... últimamente trato de no hacerme la cabeza y no ponerme a analizar o a hacer ideales de la persona que pueda llegar a tener en frente, como te decía... Es un tema tan jodido... Vió?
Cambiando de tema, muy bien ahí poniendo una foto tuya! Tengo que admitir que me gustan las mujeres con pelo corto, me resultan muy distinto al estereotipo de mujer = pelo largo, y me gusta desafiar y que desafíen a la vida, así que te felicito, jajajaja.
Quiero que me comentes por acá, por blog, qué te parece mi nuevo corte jajaja, está acá: http://www.fotolog.com/heydudeee no sé si me viste en una foto con pelo largo pero bueno, tenés para comparar, jajaja.
En cuanto a la última gran entrada gran, sí, ya te dije que me pareció genial, siempre jodo con un amigo que me gustan los finales abiertos, jaja. Igualmente... (No por ser machista, para nada, ni lo soy) pero hay veces que para una mujer es más fácil, o no, no es fácil la palabra, es más "accesible a futuro" poder hacer lo que hizo Maru contándole a Sebastián lo que le pasaba. No quiero generalizar pero a veces como que la mujer tiene un estereotipo de hombre y alguien puede estar enamorado de Maru, y ella estar loca por Sebastián, y entonces Maru accede a lo que accedió Sebastián al final de tu historia? Sinceramente me gustaría ver eso, no sé si me entendiste pero bueno... Creo que ya me estoy mareando con experiencias y mi cabeza llena de psicología, no te quiero contagiar! jajaja :)
Hoy creo que me zarpé más que nunca.
En fin, te mando un abrazo virtual (?!) al estilo Seba y Maru y que tengas una linda semanita.
PD: No sos fea, no digas estupideces en tus entradas! Algo que hago yo es decir que no soy lindo, pero feo? Nadie es feo! Quiero más autoestima por acá :).
Ahora sí, te prometo que me voy! jaja (por ahora) (?).

sab dijo...

me muerooo... ni que estuviera contando yo la historia!! que loco esto de los blogs, no se como llegue ak!... bueno, te cuento que a mi me paso algo muuuuy parecido, con mi amigo de la vida (jardin, escuela, universidad), con la diferencia de que aun siendo amigos, la confianza y la casi convivencia hicieron que las cosas se confundieran. hasta el momento lo habíamos compartido todo, nos sentíamos muy felices de compartirlo, lo único que restaba era compartir la cama; por lo que inevitablemente luego de pasar esta frontera, un día me animé, impulsada por la incertidumbre de la relación y el consejo de una amiga en común, y así como te pasó a vos le dije en un simple párrafo :"me pasan cosas con vos, esto es demasiado fuerte para mi y no se si estar feliz por sentirlo o triste"... "no me respondas nada, hablamos en otro momento".. y me fui...
pasaron los días y los msjs y correos ya no eran los mismos hasta que nos reencontramos y el me aclaro que se borraba a partir de ese momento, que el no era para mi, que yo merecía otra cosa, que lo perdone pero que el no tenia idea de lo que estaba haciendo y pensó que lo nuestro era algo normal... nunca me dijo lo que el sintió... y de esto ya pasaron unos 6 meses...
buhhh... pero ahora estoy bien y emprendiendo un camino firme y feliz! mi amigo me hizo un favor creo... sinceramente no habríamos resultado juntos, si bien esa química, cariño y confianza que tenemos es la ideal para una pareja..
espero sirva de algo mi corta historia...
saludos y muy buen blog!